jueves, 14 de noviembre de 2013

El general vuelve a casa

Comunicaciones 


Cabezas inclinadas, ojos llorosos, caer los hombros, las personas mayores gastan todas sus fuerzas para atravesar el bache marcada estacionamiento en este día de noviembre nevado. Es difícil para muchos respirar cuando los vientos 40 mph corte resistido caras. El hielo negro pinta el asfalto: una pesadilla para la rueda presidido obligado clientes de edad avanzada. Decidido, como siempre, están decididos a tener éxito en llegar a su destino de manera segura la hora del almuerzo.

Pertenece y es operada por la misma familia durante 3 generaciones italiano, el énfasis en el bistro local es en la comida (mucha), hospitalidad, y toda persona que por sí mismos. Una pequeña zona de recepción sirve como el llevar escritorio y estación de cajero.
Cada día cuenta con promociones especiales que rodean sopa casera, espaguetis, lasaña, vino tinto, bollos calientes.

Clientes temblorosa de entrar en el pequeño vestíbulo y el intento de aferrarse a los brazos de las sillas o barandillas-cualquier ventana de acceso en la tormenta para evitar caídas y fracturas de cadera oferta o pierna.

Un rato, los clientes conocen entre sí. Empujones para llegar a la parte delantera de la línea cumple con desdén audible. Estos miembros de la generación más grande no toleran turistas impacientes y extraños. La Villa es el lugar .. y nunca olvidaré.

Brr. Hace frío en el interior de la puerta principal. Camareras sonrientes ayudan a las personas con problemas físicos en una cabina cómoda. No es necesario hacer reservaciones. Jimmy y Sarah han su té caliente esperando mientras se sientan. Regulares? Sí, han estado viniendo aquí durante 30 años. Té caliente es un signo de hospitalidad respetado.

Es el Día de los Veteranos. Béisbol sombreros tipo con el logotipo de la Infantería de Marina con orgullo descansan 
en las cabezas calvas. "Simper Fie" sustituye a saludar. Las mujeres coquetas en sus susurro de 70 "gracias" de cerca y personal en los oídos cansados ​​de estos guerreros.

General de Coombs, como se le conoce localmente por sus hazañas en Europa, se quedan atrás tranquilamente en su silla de ruedas spiffy. Él y Jenny, una pareja casada durante 67 años, con paciencia esperar a que el propietario / cajero para llamar a su mano escrita cheque almuerzo. Un sargento del ejército joven en uniforme de combate parpadea una gran sonrisa, camina con confianza al lado del General. "Día de veteranos feliz" que respetuosamente dice en un tono respetuoso baja.

El general en voz alta responde: "Gracias por su servicio! Él le da la mano y sonríe a Jenny del joven. El" niño "se debilita rodillas y las lágrimas le corría por su melocotón fuzzed cara. Él sabe las historias del General para que un ataque de infantería para desalojar a una posición fortificada Nazi protección de un puente vital en Bélgica. Coombs lideró la carga de funcionamiento de GI a través de una mesa de bridge en la cara del enemigo fulminante ráfaga de ametralladora. Ambas piernas sufrieron heridas como resultado su amputación.

Aquí está, el dicho de un puesto de adolescentes fuera de su campo de entrenamiento humillante general decorado y se dirigió a la escuela de infantería. Gracias por su servicio!.

La cena se aquieta - casi. El sonido de los gemidos de dolor a medida que suben valentía de sus sillas de ruedas: esposas esfuerzo para levantar axilas frágiles de apoyo a sus maridos débiles que quieren destacar y saludar, rompe el silencio.

Comienza aplausos rítmicos. Lento al principio, luego más rápido y más fuerte. Un aplauso patriótica por unos pocos, los valientes. Seniors colocan en la atención y se enfrentan a los dos veteranos. Victor, un sobreviviente de la Guerra de Corea de la masacre que ocurrió durante la batalla de Hamburger Hill y dueño del restaurante, se sube a un taburete tapizado rojo cereza y conduce a la multitud en un coro reverente de "God Bless America". No es un ojo seco en la casa. Patriots no les importa si se les ve llorar en público.

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